Con una nota más suave que el limón. Un aroma floral de lavanda fresco y suave, picante y chispeante que recuerda al té Earl Grey.
Es una nota ácida de aroma fresco, amargo, afrutado y sutilmente floral con un tono
picante suave. siendo un aroma relajante que consigue calmar las sensaciones de
estrés. Estimulando la sensación de felicidad.
La bergamota se recolecta cuidadosamente a mano en Calabria, esa soleada región costera de Italia, entre noviembre y marzo. Durante este proceso, se clasifica y agrupa según su procedencia para preservar los matices olfativos multifacéticos de la fruta. El aceite esencial se extrae del pericarpio mediante un innovador método: los frutos se someten a una máquina equipada con rodillos cilíndricos que, al pinchar y rallar la piel, liberan suavemente sus codiciadas esencias. Pequeños chorros de agua fría se rocián constantemente para lavar la piel y arrastrar los extractos hacia una centrifugadora, donde se separan la parte acuosa y el aceite. Para obtener un solo litro de este precioso aceite esencial, se requieren hasta 200 kg de bergamota.
Historia
A pesar de su diminuto tamaño, la bergamota ha sido venerada a lo largo de los siglos no solo en la perfumería, sino también por sus extraordinarias propiedades curativas. Se cuenta que el propio Hipócrates se roció bergamota en un intento de curar sus males. Usada como analgésico, antidepresivo, antiséptico, antiviral e incluso laxante, esta fruta ha dejado su huella en la medicina tradicional. Su influencia trascendió a la gastronomía, dando origen al icónico té Earl Grey, y ha sido protagonista en la creación de delicias como las famosas magdalenas, demostrando que su impacto va mucho más allá de su aroma.
Origen
Italia
Sabías que...
La bergamota es un híbrido fascinante entre el limón y la naranja amarga, y su apariencia, similar a la de una lima, engaña a primera vista: aunque la fruta es jugosa, no es comestible, compensando con creces esta carencia en su fragancia. Hubo un tiempo en que su esencia se extraía mediante un método “esponja”, en el cual se partía la corteza, se aplicaba presión y se recolectaba la fragancia con esponjas. Hoy en día, las esencias utilizadas en perfumería están libres de bergapteno, un componente que, al exponerse al sol, podía ser perjudicial para la piel. Además, la bergamota es de cultivo exigente, ya que solo el 1 % de sus flores producen fruto, lo que la convierte en un verdadero tesoro olfativo.