El tabaco rubio se obtiene de las hojas de la planta Nicotiana tabacum, las cuales, tras su cosecha, son sometidas a un proceso de curado lento para desarrollar su característico aroma cálido y amaderado. Su esencia se extrae mediante solventes o extracción en CO₂, dando lugar a un absoluto rico, profundo y envolvente. Su fragancia, con matices ahumados, dulces y ligeramente especiados, es un ingrediente clave en perfumería para aportar sofisticación y calidez.
Historia
Desde la antigüedad, el tabaco ha sido utilizado en rituales indígenas y considerado un símbolo de estatus y poder. Su introducción en la perfumería data del siglo XIX, cuando comenzó a asociarse con la elegancia y el misterio. Su aroma ha sido protagonista en fragancias orientales y ambarinas, evocando el refinamiento de los clubes de caballeros y el encanto de los perfumes de autor. En combinación con vainilla, miel o maderas, crea composiciones sensuales, profundas y atemporales.
Origen
Cuba, Brasil, República Dominicana, Virginia (EE. UU.), Turquía.
Sabías que...
A diferencia del olor del cigarro encendido, el absoluto de tabaco rubio posee un aroma dulce, cálido y envolvente, con sutiles notas de miel y cuero. Su uso en perfumería está vinculado a fragancias sofisticadas y de gran carácter, a menudo combinadas con ámbar, especias y maderas para aportar profundidad y sensualidad a la composición.